SE COMIO UN CALAMAR

En medio de la jornada en la que se decidiría quien será el presidente del club durante los próximos tres años (apropósito, fue contundente el triunfo de Antonio Fusca, nuevo responsable de conducir el destino de Nueva Chicago) el primer equipo bajo el mando de Mario Franceschini visitaba a Platense, en Vicente López. El partido era, al menos para mi, fundamental porque era una posibilidad directa de descontarle a un rival en la pelea y también la chance de recuperarse rápido del fuerte golpe recibido la semana pasada en casa, cuando los tres puntos se quedaban por quinta vez consecutiva en Mataderos, pero sobre el final termino siendo empate.

Los primeros 20 minutos de juego mostraron a un equipo local dominador y con la ventaja de que Chicago no salía del fondo. El verdinegro estaba visiblemente especulando con alguna falla de su rival, inclusive con Gomito bastante errático y alejado de un Carboni que, como siempre, luchaba todas, aunque sin compañía.

Mientras el Calamar seguía intentando convencer a su gente (nota color: otro equipo que toma el partido con Chicago como “el día del club”. ¿Quedan dudas que esta categoría nos queda demasiado chica?) un blooper entre la defensa y el arquero Bernacchia, sumado al oportunismo de Carboni, desembocó en el 1 a 0, a los 29 minutos de juego. Las cosas salían como las pensó el técnico de Chicago. Al menos hasta ese momento.

El clima en el estadio empezó a enardecerse cada vez mas, tanto en la platea con insultos a sus jugadores (sobre todo al arquero, castigado por su pasado en Chacarita) como en la popular, sobre todo cuando sobre el final del primer tiempo un lateral de Banegas en ataque fue muy bien recepcionado por Gomito en la puerta del area, pase atrás y bombazo al angulo de Julio Serrano. Gol del Negro que lo gritó con alma y vida, como lo que es: un hincha mas.

El descanso llegaba de la mejor manera, casi inmejorable.

Ya comenzado el segundo tiempo la situación en la cancha cada vez tomaba más temperatura. Los insultos se hacían extensivos al entrenador Fabian Nardozza, quien ,a pesar de haber levantado un equipo que hace años no pelea un campeonato, sigue siendo visiblemente resistido por la gente del Marrón. Si estaba caldeado el clima, a los 10 minutos la cosa termino de explotar: el centro de Lucas Banegas con pierna izquierda fue excelentemente impactado por la cabeza de un intratable Leo Carboni y era 3 a 0 y partido re contra liquidado. No había posibilidad de que el local reaccione, y la gente lo sabia. La de Platense y nosotros, lo que estábamos ahí viviendo una gran tarde para los dirigidos por Franceschini.

Para la anécdota Alfredo Abalos descontó tras una buena jugada personal, pero no tuvo mucho mas el partido. Chicago no pudo capitalizar ninguna de las muchas contras que le generó el juego desesperado e impreciso del dueño de casa. Mientras que ellos intentaban con pelotazos, casi nunca fructíferos. Hubo un cabezazo de Ángel Puertas que fue bien contenido por Drago, de gran partido nuevamente tras el error que algunos le adjudicaron en el gol de la semana pasada con Defensores.

¿La Mala? Salieron Testa y Banegas con golpes. Todavía no hay nada de información de dichas lesiones, aunque no se espera que sean serias. Ambos seguramente estén para enfrentar el jueves a Morón en Mataderos, desde las 17 Hs.

De este modo se mantuvo la distancia de 10 y 9 puntos con los animadores del torneo (Sarmiento y Brown respectivamente), se acortó con Estudiantes, Colegiales, Los Andes y Platense, que por distintas situaciones no pudieron sumar y se supero a Villa San Carlos.

Sigamos así Verde. Se puede terminar mejor aun después de los dos partidos que faltan y lo merecemos. El jueves, Cueste lo que cueste. El jueves tenemos que ganar.