Si bien los dirigidos por Mario Sebastian Franceschini fueron superiores durante los 90 minutos, hubo una gran diferencia entre las dos etapas. En el primer tiempo costó superar tres cuartos de cancha y generar algo de fútbol, y luego el equipo fue un verdadero toro y se llevó puesto a su rival.
Cuento, asi rápidamente según lo que recuerdo, no menos de siete u ocho situaciones claras de gol. Dos mano a mano de Eduardo Beron que fueron bien resueltos por el arquero visitante. Un tiro de afuera del área de Lucas Banegas que se fue apenas ancho (cada vez mas flojo el nivel del ex Comunicaciones, cuesta entender por que el entrenador lo banca tanto). Un tiro apenas desviado de Gomito que encaro por la izquierda, apilo defensores y definió sin éxito. Dos posibilidades para el mono Carboni: una que incluyó una exitosa gambeta al 1 carcelero y la posterior pifia del 9, y luego un tiro que se estrelló en el palo derecho del arco de Lamadrid. Y la que probablemente fue la mas clara, un soberbio cabezazo a quemarropa de Samuel Caceres, tras un milimétrico centro de Gomito, que también fue tapado por el arquero.
En fin, Chicago fue mas, consiguió cosechar 16 de los últimos 18 puntos y esta mucho mas cerca que 1 mes atrás, antes de esta terrible seguidilla de partidos.
Ubicados en la quinta posición y con lo fácil que el hincha del Verde se ilusiona, ¿Como hacer para no pensar que se puede salir campeón todavía? El lunes, en Ciudad Evita y ante el siempre difícil Sportivo Italiano, una nueva posibilidad para demostrar que podemos.
Esta claro que hasta el final estaremos con vos, Verde de mi vida...
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